HISTORIA DEL CRISTIANISMO
Por: Manasés Hernández
Hablemos un poco de historia. Espero poder empezar una serie de artículos referentes al impacto histórico, cultural, filosófico y espiritual de hombres y mujeres de fe que han servido de modelo, no solo en sus propias generaciones, sino que han trascendido por el testimonio y legado espiritual hacia las generaciones posteriores y que, marcando una diferencia, se ajustaron al pensamiento y modo de vida que Dios concibió para sus hijos desde un principio.
El tema de esta semana es uno de los más populares dentro de la temática primitiva de la iglesia cristiana, siendo un referente importante para explicar el fenómeno de su expansión y difusión por toda Palestina, África, Asia y Europa. Pero antes de explicar la consecuencia, expliquemos el antecedente y la razón por la cual muchos creyentes del primer siglo fueron capaces de resistir la prueba de la persecución.
Antecedentes
La palabra persecución diwgmój (diogmós), en griego, no solo significaba buscar y encontrar, esto llevaba a ejercer violencia, lo que quiere decir, usar una fuerza para llevar a cabo la acción indicada, la mayoría de las veces ocasionando daño.
La persecución puede referirse a arresto sin garantías, encarcelamiento, azotamiento, tortura o ejecución. También puede referirse a la confiscación o destrucción de la propiedad, o a la incitación a odiar a los cristianos. Recordemos que esto es parte de la predicación de Jesús a sus seguidores:
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” (Mt. 16.24 RV60)
Incluso desde el inicio de su ministerio Jesús predicó en las bienaventuranzas todos los pesares y angustias de los que habían de heredar el Reino de los Cielos, este mensaje conocido como el Sermón del Monte apunta a quienes seguían a Jesús y las condiciones en las que se encontrarían por amar la justicia y buscar a Dios:
“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.” (Mt. 5.10 RV60)
Nótese que Jesús no dijo que dejarían de padecer esto por causa de él, de hecho en todo su ministerio Cristo se encarga de anunciar que el rechazo que sufriría Jesús en su predicación, ellos lo iban a sufrir también:
“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.” (Jn. 15.18 RV60)
“Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.” (Lc. 6.22 RV60)
Por lo tanto, la persecución formaría parte de la vida de los seguidores de Jesús, por motivo de compartir el mismo mensaje que el Maestro, el mundo no estaba listo, y hasta ahora no lo está, para comprender el significado de ese evangelio “el evangelio que dividiría familias”, pues quien dejaría que esa luz tan deslumbrante descubriera las tinieblas del hombre, pues “sus obras eran malas, y amaron más las tinieblas que la luz”...
Continúa Parte II
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